EVITA HACERTE DAÑO SIN NECESIDAD
Hay un chiste bastante malo que puede ilustrarnos de manera significativa sobre cómo funciona nuestra emociones negativas.
Según el chiste, un hombre estaba viendo cómo un niño estaba dándose una y otra vez martillazos en su dedo.
Finalmente vencido por la curiosidad, el hombre se acerco al niño y le pregunto:
¿Por qué sigues machacándote así el dedo? ¿Es que no te duele?
A lo que el niño respondió:
Claro que me duele, pero ¡No veas lo a gusto que me siento cada vez que paro!
Dejando a un lado la gracia más que discutible de este chiste, podemos extraer una importante conclusión del mismo: al igual que el niño se hacia daño golpeándose con el martillo, nosotros nos causamos dolor con nuestras propias emociones.
Es probable que pensemos que nuestras respuestas emocionales son pocos menos que automáticas: tienen lugar un hecho y éste hace que reaccionemos de la manera que lo hacemos.
Pero no es así como sucede en realidad: Las emociones son algo que dependen únicamente de nosotros mismos.
Cuando algo pasa, eres tú quien decide que se trata de un hecho deplorable y tú mismo te azotas con el látigo del dolor emocional.
Así que está prohibido hacerte daño cuando realmente te mereces tus felicitaciones por tener un nuevo día completo para buscar y encontrar oportunidades que te lleven a una mejor calidad de vida.
Mi Diluvio de Besos Para Ti
Katiuska
Categoría: Desarrollo y Crecimiento Personal